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“Cuidemos a la persona, para cuidar la creación”

El obispo de la Prelatura de Humahuaca, Pedro Olmedo, se encontró con el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación, Sergio Bergman, en un espacio interreligioso propiciado por la ministra de Ambiente de Jujuy, María Inés Zigarán, a fin de dialogar sobre problemáticas ambientales, sociales y culturales.

Obispo Pedro Olmedo, junto al Rabino Sergio Bergman y la Ministra María Inés Zigarán.
Obispo Pedro Olmedo, junto al Rabino Sergio Bergman y la Ministra María Inés Zigarán.

El Obispo nacido hace 71 años en Sevilla (España), lleva ya 43 años ejerciendo su labor de pastor en la región norte del país. Conoce la zona de la Quebrada y la Puna, porque la recorrió incansablemente, conversando con toda la población. En esta oportunidad recibió en su despacho al rabino Bergman y a la ministra Zigarán, en un encuentro del que también participaron la diputada nacional Gabriela Burgos y el director de Asuntos Municipales, Diego Rotela.

La reunión que fue informal, cordial y afectuosa, giró en torno al rol y las demandas de las comunidades indígenas que deben ser incorporadas a nivel institucional por los gobiernos provincial y nacional. Además conversaron sobre el trabajo que Jujuy viene desarrollando en materia ambiental, y cómo esto se asocia con la resolución de problemas sociales y culturales.

“Dialogamos de muchos temas, en particular sobre la situación histórica que atraviesan nuestros pueblos originarios, cuyos reclamos están siendo escuchados, pero aún falta mucho por hacer”, expresó Olmedo.

El padre Pedro, como suele pedir que lo nombren, fue durante mucho tiempo una voz que se alzó a nivel nacional junto a su hermano, Jesús Olmedo, para exigir por los derechos de las comunidades de la Quebrada y de la Puna jujeña. Hoy considera que los pueblos han aprendido a organizarse y dejar atrás la cultura del silencio.

El obispo que supo ser “la voz de los sin voz”, analiza la situación de la provincia, del país y del mundo con “una claridad meridiana”, tal como lo definió el rabino Bergman.

“El mundo está atravesando una realidad de enfrentamientos y división de los pueblos, fomentados por grandes actores con intereses concretos”, evaluó Olmedo. Agregó que “el mundo se rige por patrones de avaricia, ambición y poder y con esto se pierde la sensibilidad para afrontar los efectos y cambios, por ejemplo, en el ambiente”.

Los actores pudieron dialogar sobre problemáticas ambientales, sociales y culturales.
Los actores pudieron dialogar sobre problemáticas ambientales, sociales y culturales.

Los actores involucrados pudieron conversar también sobre el aporte de la Encíclica del Papa Francisco Laudato si’, desde una perspectiva local. Olmedo valoró el documento como de suma importancia. “La encíclica nos ayuda a cuidar la casa común e incorpora como centro de toda la preocupación al ser humano”, dijo. Y recordó las palabras del Papa Juan Pablo II, quien había hecho un llamado de atención sobre las problemáticas ambientales, afirmando: “Cuidemos a la persona, para cuidar la creación”.

Olmedo concluyó diciendo: “Somos parte de la naturaleza, por eso debemos amarla; necesitamos cambiar y ser más sencillos, respetuosos, austeros, humildes. Todo el mundo quiere tener, acaparar, aparentar, y eso tiene un precio muy grande para muchas creaturas”.