El ministerio de Infraestructura, a cargo de Jorge Rizzotti, despliega sus equipos en todo el territorio provincial, y en ese marco el director general de Arquitectura, junto a técnicos de la repartición, realizó una inspección y seguimiento de la obra de mejoramiento del Colegio Secundario de Artes Nº 30 de Casira.
Ubicada en Santa Catalina, a 50 kilómetros de la ciudad de La Quiaca, Casira es reconocida por su potencial artístico en toda la región, lo que fue el motor para que se dispusieran las mejoras edilicias en la escuela de arte de esa comunidad de aproximadamente 200 habitantes.
El principal objetivo de la obra es poder brindar un espacio apropiado para desarrollar más las técnicas referidas al oficio de la alfarería y, con eso, contribuir a contener a la población joven del pueblo. Para lograrlo se encaró una obra que comprende la construcción del edificio central, de 680 m2 aproximadamente, incluyéndose superficies cubiertas y semi-cubiertas, lo que abarca: accesos, cinco aulas-taller, espacios para la dirección escolar, secretarías y departamentos administrativos, un salón de usos múltiples (SUM), talleres semi-cubierto e instalaciones sanitarias.
Al respecto, el director de Arquitectura, José Ignacio Suarez, destacó el avance de la obra y expresó que “los equipos técnicos vienen trabajando hace mucho tiempo, brindándole especial atención y cuidado a las instalaciones ya que consideramos que no sólo cumple funciones de educación media para la comunidad de Casira, sino que forma parte de un espacio en el que saberes culturales y ancestrales como la alfarería, son otorgados por los maestros de la comunidad como una herramienta de trabajo y tradición que abraza a los más jóvenes”, “el sistema de construcción es tradicional, manteniendo la arquitectura la zona y con mano de obra local para generar fuentes de trabajo en Casira y pueblos cercanos”, agregó.
En cuanto a las características de la obra y los tiempos de ejecución, Suarez sumó que “la escuela fue creada en 2013 aunque, como ya es sabido, el mantenimiento edilicio en toda la zona es muy importante ya que los materiales trabajan bajo la presión de la amplitud térmica extrema y es fundamental que los edificios estén construidos contemplando estas particularidades; la obra de refacción era fundamental, porque la escuela engrosó su matrícula y también porque en el Ministerio consideramos que desde la Dirección General de Arquitectura tenemos que hacer foco en el valor patrimonial del edificio”. “No importa si el mismo es una construcción nueva, sino si la comunidad le otorga el valor simbólico que lo convierte en patrimonio, en parte de la identidad de la zona”, remarcó.
Asimismo, el director consideró que “Casira fue sufriendo en los últimos años la emigración de sus pobladores en busca de un futuro diferente. Pensar desde la arquitectura y las obras de infraestructura cómo contribuir a renovar la esperanza de que los hijos se queden a estudiar en su tierra, es un compromiso que asumimos desde nuestra gestión”. Cabe resaltar que los estudiantes se acercan al establecimiento también desde Piscuno, Cieneguillas y La Quiaca.
