Se realizó la entrega de un mejoramiento habitacional correspondiente al Programa “Mejor Vivir II” a una mujer que fue víctima de violencia de género, el mismo fue gestionado por la Secretaría Provincial de Violencia de Género del Ministerio de Desarrollo Humano en coordinación con el Instituto de Vivienda y Urbanismo de Jujuy del Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos, Tierra y Vivienda.
Al respecto la secretaria, Soledad Sapag, indicó que “empezamos las gestiones porque entendíamos la urgencia y la necesidad de que la damnificada pueda empezar una vida en otro contexto. Llevamos dos años trabajando en este caso, el cual es complejo por la situación en la que se encontraba la víctima, ya que viene de 25 años de una relación violenta que la colocó en una situación de extrema vulnerabilidad”.
“Desde la Dirección de Atención Integral la Violencia de Género no solamente brindamos un proceso terapéutico y el patrocinio jurídico, sino que también articulamos garantizar el acceso a una vivienda y a otros recursos materiales” continúo expresando la funcionaria.
Se articuló con la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia, la Secretaria de Asistencia Directa, con la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Vivienda, y con el IVUJ quienes finalmente facilitaron el recurso habitacional. “Coordinamos con otros organismos quienes nos acompañaron en el trabajo que estamos haciendo, ya que ella vivía en una situación de vulnerabilidad extrema, las condiciones de vida que tenia no eran dignas” comentó uno de los integrantes del equipo técnico que asisten a la víctima.
También contaron que “trabajar con una mujer que sufrió tantos años todo tipo de violencia lleva un tiempo, un proceso terapéutico de casi dos años no es suficiente para empoderarla. En este caso las situaciones violentas estaban naturalizadas porque ella nació y creció en ese contexto, toda su vida estuvo atravesada con esto y no sabía vivir de otra manera, es la primera vez que lo está experimentando”.
Así mismo agregaron que “después del año y medio de trabajar con la damnificada se la traslado a uno de los refugios con los que contamos ya que se empezó a ver un cambio en ella, algunas modificaciones en el modo de pensar, de ver, de sentir y concebir el problema, se la vio más movilizada con respecto a esta salida, de creer que era posible”.
Finalmente dijeron que “ella tiene que seguir en tratamiento para fortalecer las decisiones que ha tomado y también hay que trabajar con sus hijos/as. Nada de esto hubiera sido posible si ella no tomaba la decisión de salir de ese contexto abusivo”.
