Con un emotivo acto organizado por el Instituto de Educación Superior Populorum Progressio In.te.la filial Perico, autoridades municipales, estudiantes y familiares de desaparecidos recordaron en la plaza central de la ciudad, el “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia” instituido en nuestro país el 24 de marzo en homenaje a los 30 mil personas que resultaron víctimas del golpe de Estado iniciado en 1976.
La ministra de Desarrollo Humano, Ada Galfré fue invitada por la institución académica para dar testimonio sobre el secuestro y desaparición de su esposo, el estudiante universitario periqueño Simón Ángel Sapag, ocurrido en la madrugada del 4 de mayo de 1976 en la ciudad de Córdoba donde estaba cursando el último año de la carrera de medicina.
Previo a escuchar su testimonio, hubo un minuto de silencio en homenaje a las víctimas e hizo uso de la palabra el director del Populorum Progressio, José Rojas, quien pidió mantener presente los resultados de las experiencias pasadas para que cada generación no sólo tenga el derecho a conocer su historia sino que además esté obligada a participar de la construcción colectiva de la memoria.
“Es un día de visibilización y de concientización”
Luego habló Ada Galfré y lo hizo en calidad de esposa, madre y de los miles de familiares que perdieron a un ser querido durante esta etapa oscura de la historia Argentina. Con un cartel en mano con la foto de “Pocho” Sapag, totalmente emocionada relató su historia a los presentes pero dirigido muy especialmente a los más jóvenes para que no “se vuelva a repetir la historia” dijo. Habló sobre lo que le tocó vivir durante y posterior al secuestro de “Pocho”, que con 26 años ya era padre de una bebé de tan sólo 15 días.
“Yo vengo a contar una historia de cuando tenía 20 años. Mi marido periqueño tenía 26 y hoy tenemos una hija que ya tiene 3 hijos. Acá se ha vulnerado el derecho de la vida de Pocho, de nuestra propia familia, de una hija de tener a su padre y de los nietos de tener a su abuelo y eso implica la lucha por la verdad, la justicia y memoria activa permanente para que no vuelva a suceder. Para que todas las generaciones las de ahora y las futuras no vivan nunca más estos episodios”, señaló.
“Es una cifra terrible los 30 mil desaparecidos aunque mucho más terrible es todo lo implica la vida detrás de cada uno de los familiares: las esposas, las mujeres hemos tenido una situación francamente difícil porque estábamos en la mira. Pero el día que a mí dejaron de seguirme porque yo me daba cuenta que me seguían me asusté dije no me siguen más, me van a matar y se ve que ya no estaba él por eso no me seguían”, prosiguió.
Dijo que lejos de bajar los brazos ante todo lo que estaba sucediendo siempre buscó la verdad y la justicia. “Fue un acto de resiliencia que hice, de aprendizaje para las generaciones futuras para que tengamos una democracia más sólida para que se pueda construir desde el disenso y afirmarnos desde el consenso y fundamentalmente entender que cada uno de los vecinos y vecinas son parte del sostenimiento de la democracia y no sólo los partidos políticos”, agregó.
“La democracia es la que garantiza un estado de derecho – ponderó- donde a las personas que se les puede estar acusando de algo tenga la posibilidad de un justo y debido proceso que no se dio en esa época. Es un acto dictatorial y muy bien armado porque recién ahora están apareciendo pruebas”.
Asimismo consideró el 24 de marzo como un día de “visibilización y de concientización” aunque aclaró que para “la familia este día son todos los días, no nos olvidamos ni un sólo instante ni dejamos de buscar. Hoy sólo buscamos restos porque para mí hoy un hueso me significaría la demostración, la existencia de Pocho. No voy a dejar de buscar, estoy segura que voy a encontrar y seguirá mis pasos mi hija con el apoyo de mi hijo que sigue la lucha porque es parte de la familia que le tocó vivir. Las generaciones seguirán buscando porque esa es la conciencia que estamos dejando”, cerró.