El Ministro Posadas hizo hincapié en cómo se logró romper la estacionalidad, destacando que el verano (anteriormente considerado temporada baja), se convirtió en temporada media o alta, gracias al crecimiento sostenido de la actividad turística: “Estos indicadores nos muestran que la expectativa en la oferta también crece y es cada vez más alta, sobretodo en términos de ocupación y recurrencia. Es un equilibrio en el que trabajamos constantemente“.
Además, resaltó las múltiples experiencias que ofrece la provincia, como caravanas con llamas, trekking, y la exploración de los majestuosos paisajes de las Salinas Grandes, el Hornocal y el Cerro de los 7 Colores en Purmamarca. También mencionó el auge del enoturismo, con nuevas bodegas que combinan la ruta del vino con la gastronomía jujeña, un atractivo que sigue ganando popularidad.
En términos económicos, Posadas señaló que la provincia ha logrado recuperar al turismo internacional y que, frente a destinos como Buenos Aires o la Patagonia, se presenta como una opción más económica, lo que ha tenido un impacto positivo en el sector.
Sin embargo, también destacó una segmentación en el tipo de turista: “mientras que los servicios de alta gama, como hoteles y restaurantes de mayor nivel, están funcionando bien, los establecimientos de menor categoría han experimentado una mayor restricción“.
De cara a los próximos meses, especialmente en febrero, Jujuy se prepara para recibir su mayor afluencia durante el Carnaval, un evento de gran relevancia en el que las cuatro regiones de la provincia se visten de fiesta y atraen a miles de turistas.
Con su riqueza cultural y paisajística, la provincia continúa posicionándose como un destino clave para quienes buscan vivir una experiencia inolvidable, llena de naturaleza, tradición y aventura.