“La Salud Mental no es solo una cuestión de psicopatología sino que tiene que ver también con una psicología positiva y del bienestar que podemos reforzar con nuestras mujeres, con nuestras adolescentes y niñas”, explicó la Referente Regional de Salud Mental y Adicciones Puna I, Ana Rodríguez.
“Para afrontar situaciones que generan estrés o conflicto es que vamos a tener que continuar empoderando a las mujeres, sobre todo porque la idea de la Salud Mental es desandar aquello construido que nos provoca padecimiento”, agregó a propósito del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer que se conmemora cada 28 de mayo.
Diferencias “invisibles”
“Podemos reconocer que hay situaciones particulares que estigmatizan o discriminan más a las mujeres que a los varones. Solo por mencionar algunas, se encuentran las vinculadas a temas laborales por ejemplo y la diferencia salarial que nos ubica un 25% por debajo realizando iguales tareas o siendo las que más trabajamos de manera precaria cuando no somos directamente sostén del hogar”, señaló la funcionaria provincial.
“Las situaciones domésticas: donde son mayoría las mujeres, en cualquier estrato social, las que se ocupan de las tareas de cuidado de los niños, los adultos mayores y las personas enfermas y también los quehaceres no remunerados, una cuestión que ha parecido emerger en la cuarentena, recordando que nos dedicamos también a trabajar fuera de la casa”, apuntó Rodríguez.
¿Cómo impacta esta brecha en el bienestar de las mujeres?
“La consecuencia aparece en Jujuy en la mayoría de consultas que tenemos en materia de Salud Mental realizadas por mujeres jóvenes, es decir en promedio entre los 18 y los 50 años, y en razón de un abanico de problemáticas que incluyen violencia de género, abuso, trastornos de la ansiedad, consumo problemático, intentos de suicidio. Además, un 60% de las consultas por trastornos de ansiedad son realizadas por mujeres entre los 16 y los 40 años de edad y sabemos, es una señal de alarma de otro tipo de problemáticas que se transitan”.
Igualmente, Rodríguez aclaró que si bien las mujeres buscan la atención profesional, “para que lleguen efectivamente, han tenido que pasar muchísimo tiempo de estrés porque la palabra es lo que tal vez todavía no nos habilitan en la sociedad”, y afirmó que “aquella mujer que consulta en Salud Mental, se encuentra con la expresión de algo, de aquella palabra silenciada. Y los silenciamientos en la sociedad tienen que ver con los condicionamientos sociales, económicos, históricos, familiares”.
El bienestar, también un derecho
“Las mujeres tenemos coraje y la capacidad de salir adelante pero necesitamos de otras mujeres, del apoyo social y de los profesionales porque necesitamos sentirnos bien en los espacios laborales donde estamos, en los espacios de cuidado, en nuestros vínculos, en los espacios maternos que antes han sido impuestos y que hoy podemos desearlos. Tenemos que buscar nuestro bienestar como mujeres, trabajar la autoestima porque nos han enseñado a la vez estereotipos corporales, mentales, emocionales; la autoeficacia que es la capacidad de poder hacer y crear y por último, la autoconfianza, necesaria para afrontar cualquier situación”.
En este marco, resaltó que “un problema de Salud Mental no es estanco y para toda la vida, es decir que se puede resolver y avanzar, seguir con mejores herramientas. Queremos garantizar a las mujeres la confidencialidad como una de las reglas de cualquier asistencia, la escucha activa, la no discriminación y un servicio de calidad una vez llegadas a la consulta”.
“Somos seres subjetivamente diferentes. Lo que considero un padecimiento va a ser diferente al caso de otra mujer pero algunas cuestiones podrían mencionarse como generales para consultar: las emociones extremas como irritabilidad constante y desbordada hacia los demás, dificultad para dormir, angustia, crisis de llanto frecuente, falta de concentración, pensamientos negativos recurrentes, tristeza profunda, cambios emocionales muy bruscos y en el momento en que siento que sufro”, indicó Rodríguez.
Salud Mental en Jujuy
“Tenemos un sistema que ha ido descentralizándose. Hoy, la mayor cantidad de Psicólogas y Psicólogos, trabajadores de Salud Mental, Educadores para la Salud, Trabajadores Sociales, Psiquiatras, personal de Atención Primaria (APS) que cuenta con herramientas, nos encontramos en el primer nivel de atención: en el Puesto de Salud, en los Centros de Especialidades y Hospitales. Así garantizamos herramientas teóricas y éticas para que las consultas sean efectivas y las mujeres lleguen más. El diseño de las políticas y la apertura de la Secretaría de Salud Mental han permitido que logremos una red de asistencia en la Provincia”.
Por cualquier duda, se encuentran a disposición la línea 0800 -777 -7711, durante las 24 horas; el servicio de Salud Digital en http://salud.jujuy.gob.ar/asistenciavirtual/ de 8 a 20 horas; la Guardia Provincial en Salud Mental en el Hospital Gallardo de Palpalá o bien, el Puesto de Salud o Nodo más cercano al domicilio.