Consideró que es una oportunidad propicia para que los porteños tomen contacto con esta ceremonia ancestral y, al mismo tiempo, los motive a visitar Jujuy. “Queremos que la gente se acerque respetuosamente para conocer de qué se trata el ritual”, manifestó.
Enfatizó que para el acontecimiento programado en el corazón de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que contará con la presencia del jefe de gobierno anfitrión, Horacio Rodríguez Larreta; y el gobernador de la Provincia, Gerardo Morales; abrirá las puertas a “los valores jujeños a la Ciudad”.
Resaltó que hacer esta ceremonia en otro espacio es sinónimo de “entender que la madre naturaleza es de todos y que todos somos hijos de la tierra”, como así también asumir que “a pesar de todas las formas de colonización, mantenemos nuestra filosofía y que la podemos expresar también en el centro de Buenos Aires”.
“Creemos que un patrimonio moral de la sociedad es la filosofía de los pueblos indígenas está asociada al respeto y a la vida armónica con la madre naturaleza”, argumentó e indicó que Jujuy está empeñado en “cambiar su paradigma, reconocer el valor de los pueblos indígenas y convertirse en una provincia verde con claro respeto a la Madre Tierra”.
Entre sus reflexiones, Sarapura remarcó que parte de la identidad de los jujeños “es la devoción por la Madre Tierra y el respeto que se siente y se vive en agosto” y agregó que un valor que cultivan los pueblos andinos en general “es el respeto por la Pachamama, por eso le rendimos culto”.
Recordó que en la década del ’90 en el concierto nacional se instaló el discurso de que se había logrado la integración de las comunidades originarias al país. “Ese era al pensamiento y el sentimiento de amplios sectores de la sociedad, pero al mismo tiempo nos preguntábamos cómo hacer para que se tome conciencia de que los pueblos indígenas además de existir, no éramos minoría”, indicó y añadió que “una decisión de nuestros mayores fue abrir nuestro ritual con la Madre Tierra a los espacios públicos, a la gente, las plazas, los dirigentes políticos”.
“Hacerlo en la gran Ciudad de Buenos Aires es reconocer que todos formamos parte de un todo”, aseveró y puntualizó que “así como en los territorios hay una zona alta y una zona baja, un lugar desierto y un lugar poblado, un lugar de silencio y uno de ruido, nosotros sentimos que somos hermanos y que es nuestra misión compartir la tierra”.