La rabia es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo a los seres humanos, que en la gran mayoría de los casos puede presenta un desenlace fatal. Debido a los casos registrados en Bolivia ,desde el Ministerio de Salud, se trabaja en la zona limítrofe para impedir el ingreso del virus al territorio provincial, así como también en la articulación permanente con los municipios locales para promover la vacunación.
“Desde la provincia se está trabajando para tratar de alejar de nuestra frontera al virus de la rabia debido a que Bolivia confirmó un brote e informaron que va a vacunar recién a fines de junio. Desde la cartera sanitaria y los gobiernos locales se aunaron esfuerzos para evitar la transmisión en animales que crucen la frontera, vacunando en localidades fronterizas como La Quiaca y lugares aledaños, para ello está el personal de vectores realizando las vacunaciones en conjunto con los Municipios de cada lugar”, sostuvo el Dr. Carlos Ripoll, Director Provincial de Sanidad.
“La rabia es una enfermedad prevenible a través de la vacunación que puede presentarse en animales y en humanos. En nuestro país los perros y los gatos son los principales transmisores de rabia pero también pueden serlo algunos animales silvestres como los murciélagos”. El virus presente en el animal infectado se puede transmitir a través de la herida causada por una mordedura, o bien cuando el animal lame una parte del cuerpo de la persona lastimada recientemente.
“Si se encuentra un murciélago, lo aconsejable es no tocarlo. Se debe avisar al centro de zoonosis de su municipio para que el personal capacitado pueda retirarlo y lo envíe al laboratorio para su análisis. En caso de sufrir una mordedura de un animal, lavar la herida con abundante agua y jabón, no colocar alcohol ni otro desinfectante, y concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para ser evaluado por un médico”, explicó el responsable de la Dirección de Sanidad. Cuando esté indicado, debe aplicarse la vacuna antirrábica humana lo más inmediatamente posible después de ocurrida la exposición y a los animales, perros y gatos, se deben vacunar desde los 3 meses de edad y una vez por año durante toda su vida.
En las personas, los síntomas que deben hacer sospechar el diagnóstico de rabia son: fiebre, inquietud, dificultad para tragar, dolor de cabeza, sensación de hormigueo en el sitio de mordedura o lamedura, días después de haber sido agredido por un animal. “Hay que aclarar que una vez que comienzan los síntomas, es una enfermedad que no tiene cura y produce la muerte. En los perros y gatos los síntomas incluyen cambios de comportamiento, agresividad, salivación excesiva, imposibilidad de tragar o de beber, pupilas dilatadas, convulsiones, parálisis y muerte. Los murciélagos con rabia también tienen cambios en el comportamiento, a menudo pueden verse de día y estar caídos, concluyó Ripoll.