Con esta celebración, se quiere aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
El reto coyuntural el que nos ha traído el COVID-19 la situación de la pandemia, no solo ha supuesto un duro reto en los meses más duros del confinamiento para las personas con discapacidad y sus familias, sino que probablemente, en el corto y medio plazo vaya a tener efectos negativos sobre la economía, la participación, las relaciones sociales y el bienestar de muchas personas con síndrome de Down. Cierto es que la pandemia afecta a todos los ciudadanos, pero el grado mayor o menor de impacto en las personas con síndrome de Down será una medida de su grado de inclusión o vulnerabilidad social, mientras que la capacidad de amortiguar el golpe, para que su impacto no sea mayor en la población con síndrome de Down u otras discapacidades, será un termómetro fiel de la capacidad de inclusión de nuestras sociedades.