Finalizó el periodo de chakus en Jujuy con un balance verdaderamente positivo, desde el cual el gobierno a través del ministerio de ambiente destaca no solo el éxito del trabajo comunitario sino también los valores culturales involucrados en el proceso.
El 2016 significó un año alentador en términos de esquila sustentable de fibra de vicuña, sobre todo para las comunidades manejadoras de vicuñas. Doce chakus se concretaron, con la participación de los pueblos del departamento de Yavi involucrados en el proceso, coordinado por la secretaria de biodiversidad del ministerio de ambiente, y con el asesoramiento de los equipos técnicos de la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF), el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF), y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
En oportunidad del ultimo chaku, celebrado en la comunidad de Suripujio, participaron la ministra de ambiente, María Inés Zigarán, y el ministro de desarrollo económico y producción, Juan Carlos Abud Robles; ambos acompañados por sus equipos técnicos.
Estuvieron presentes también la directora de relaciones institucionales, Silvia Oller; la directora de control productivo y comercial, Patricia Ríos; el director de agencia de comercialización, Gabriel Márquez; el director de recursos genéticos y protección de la biodiversidad, Álvaro Núñez; la directora de áreas protegidas, Mercedes Zamorano; miembros del INTA, de la SAF, y del IPAF.
La titular de ambiente destacó que fue un año productivo, considerando que se concretaron doce chakus y se acopió una gran cantidad de fibra de vicuña para aprovechamiento exclusivo de las comunidades.
“Se trata de un proceso que tiene características particulares en nuestra provincia, porque a los valores de la conservación de la especie se le suman los valores culturales, que están dados por las prácticas ancestrales de manejo de la fauna de las comunidades indígenas del departamento de Yavi”, ponderó Zigarán.
La titular de la cartera ambiental precisó además que “el proceso es importante porque está caracterizado por lo ambiental, pero también está atravesado por una riqueza cultural que nosotros valoramos, destacamos y queremos potenciar”.
Zigarán aclaró que no obstante quedar desafíos pendientes, como por ejemplo el de la comercialización de la fibra, “estamos trabajando con el ministro Abud Robles, justamente para que nos ayuden a fortalecer y a desarrollar toda esa etapa de la comercialización, siempre por supuesto con acuerdo de las comunidades manejadoras que son las propietarias de las fibras”.
Luego de explicar que la fibra de vicuña está siendo cada vez más cotizada y valorada en los mercados internacionales, la funcionaria destacó el modelo de Jujuy en materia de conservación y aprovechamiento sustentable de la vicuña.
“Jujuy va a vender en el mundo ese modelo, ya que al momento de la valoración de la fibra a nivel internacional hoy se tiene en cuenta no solo la calidad sino también el proceso de obtención, los valores culturales que están involucrados en ese proceso, y la historia que hay detrás de esa fibra”.
“Las comunidades pueden vender y comercializar entonces esa fibra –agregó- insertándola internacionalmente, destacando no solo la calidad sino también toda la historia milenaria, cultural, el bagaje y el trabajo colectivo que hoy hacen las comunidades y todos los valores que están en ese modelo”.
Finalmente, la funcionaria anticipó que el 21 de diciembre participará junto al gobernador Gerardo Morales, de la mesa vicuñera en la comunidad de El Cóndor, en la que también estarán presentes todos los actores con quienes se evaluará el año transcurrido, los logros, las potencialidades y los desafíos.
“Quiero destacar –concluyó Zigarán- que el gobernador dispuso que este año el 10 % de la fibra que correspondía al estado provincial y que debía ir a un fondo específico, sea cedido a las comunidades indígenas para su beneficio, aprovechamiento y desarrollo”.