Se desarrolló el taller de validación de la línea de base del Sitio Específico de Intervención Puna, del Proyecto de Manejo Sustentable de Tierras del NOA y Cuyo que implementa el Ministerio de Ambiente de Jujuy y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, iniciativa que cuenta con el apoyo del PNUD.
Daniel Zenón, Director de Manejo y Uso del Suelo del Ministerio de Ambiente de Jujuy, explicó que el objetivo de la reunión fue revalidar de manera participativa, toda la información y datos físico- químico y biológico, obtenido por la gente del Instituto Argentino de Investigación en Zonas Áridas (IADIZA) junto al Ministerio de Ambiente, para desarrollar una línea base para las prácticas de MST del SEI Puna.
“Estamos reviendo con los técnicos del INTA, la Secretaría de Agricultura Familiar, el Ministerio de Ambiente de Jujuy y el Ministerio de Ambiente de Nación, la información obtenida, la cual es muy valiosa ya que se tienen datos climáticos, del suelo, sociológicos y la tendencia que hay en la Puna, que marcan una línea para planificar nuevas prácticas para este año y el año que viene sobre esos sectores y mejorar las condiciones biofísicas y social del lugar”, sostuvo el representante provincial.
Agregó que “éstas son reuniones muy importantes para el Ministerio, donde se trabaja en conjunto con otras instituciones y se obtiene datos para trabajar con mayor precisión”.
Darío Soria, del Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas, unidad de aplicación del CONICET, expuso que “estamos exponiendo un trabajo de recolección y procesamiento de información que se vino haciendo desde La Quiaca a Quebraleña de la Puna jujeña, para que los técnicos especialistas locales puedan validar la información”.
“El objetivo del proyecto –continuó Soria-, es la adaptación a partir del desarrollo de buenas prácticas, de los pobladores rurales de estas zonas, a los cambios climáticos. Estas prácticas pueden ser de un cultivo o una forma de cultivar, como ser la aplicación del compost, para recuperar las buenas condiciones del suelo, ser empleados para un cultivo en particular, y así convertir un suelo no cultivable en cultivable”.
Finalmente, detalló que en primera instancia realizaron una exposición de la información obtenida, luego hubo un intercambio con los técnicos y finalmente se validaba o no la misma. “Intercambiamos opiniones en temas como clima, agua, suelo, población, lo que nos indica que el trabajo desarrollado se encuadra dentro de las perspectivas de los técnicos locales, lo cual es muy positivo”, sostuvo el representante de IADIZA, y concluyó que “estas son las actividades que se están llevando adelante con el proyecto de manejo sustentables de tierras secas, para evaluar estas condiciones”.